¿LEGITIMADO?
Legalidad y ética son como primas hermanas, parecen iguales, no lo son, incluso a veces son adversarias y contrarias, en el juego de poder es legal pactar con tu peor enemigo para obtener ese poder que ansias, mas no es ético, solo aquel que sigue las directrices de Maquiavelo es capaz de hacerlo, para ellos siempre esta justificado el uso de cualquier camino, es el fin el que justifica los medios.
Todos y nadie, cualquiera de los candidatos que encabezan una lista electoral están legitimados para detentar el poder, la presidencia, incluso esa pequeña y desconocida formación, esa que tan solo ha conseguido un único concejal o diputado, pero que ese es la palanca que puede hacer gobernable un Ayuntamiento, una autonomía o una nación, el poder emana del pueblo soberano, sus decisiones son salomónicas, pero la elección es indirecta, no se elige al gobernante, se elige a una lista cerrada, y son los electos los que designaran al Alcalde o Presidente, una pequeño defecto, pero totalmente legal, si a esto le unimos la terquedad, el propio orgullo de algunos, que solo parecen soñar con ostentar la vara de mando, que solo esperan como antaño a vaciar puestos en la administración para recolocar a nuevos elementos, como si del funcionario cesante se tratara, hace que los electos por simples mayorías, que no absolutas, se crean revestidos de esa legitimidad para gobernar en solitario.
Lo de gobernar es mas bien un decir, pues ese solitario diputado o esa pequeña formación con una exigua renta de votos es prisionera de sus contrarios, si no cuenta con partidos de una ideología y programas parecidos, en ese caso los pactos de natura pueden hacer el milagro de que se produzca un cambio hacia el progreso, que se forme una mayoría fuerte y suficiente para desarrollar aquellas medidas que esos partidos lleven en sus programas, quizá tal vez los expertos, los analistas, todos esos cuya visión esta decantada hacia aquellos que les pagan o para los que trabajan no les deje ver la realidad, como esos arboles que te ocultan el bosque, si el pueblo no ha concedido a ninguna fuerza la suficiente mayoría de votos, tal vez lo que el pueblo deseaba o desea es o era que esos partidos que han obtenido la mayoría de los votos, y cuyos programas y miras sociales estén mas acordes compartieran o compartan la responsabilidad de afrontar en común la búsqueda de las soluciones a los problemas económicos y sociales , el futuro de todo un pueblo, el como lo hagan solo estará condicionado por la altura de miras, la responsabilidad y la ética política de aquellos que deban de pactar o negociar, cuanto se puede llegar a perder por no ceder un palmo de orgullo, eso lo sabemos por experiencia propia los españoles, la historia del fracaso de la incipiente democracia alla por 1936, tiene ese origen, tal vez los españoles estemos condenados a tropezar siempre en la misma piedra.
